Los límites y las normas son el camino que le indican al niño por donde debe ir. A veces, podemos ser más flexibles y el camino será más ancho y otras será más estrecho porque tendremos que ser más estrictos. Las normas dan seguridad al niño, le ayudan a establecer relaciones, enseñan que conductas son las adecuadas, y se aprenden valores como la tolerancia a la frustración, respeto, orden, entre otros.
Y si tiene tantos beneficios, ¿por qué nos cuesta tanto ponerlos?
- Culpa. A veces, los padres se sienten culpables porque están poco tiempo con sus hijos y se sienten mal por el poco tiempo que comparten con ellos, le tengan que llevar la contraria y ponerle límites. También se pueden sentir culpables al ver a su hijo/a triste o enfadado/a y sentir que han sido responsables de esta situación.
- Miedo al conflicto. Hay personas que tienen miedo al conflicto, a las discusiones y por tanto, evitan esas situaciones siendo complacientes con la otra persona, en este caso, con los niños.
- No sabemos. En ocasiones, no sabemos la manera más eficaz de poner límites o no somos capaces de analizar qué es lo que está fallando para corregirlo.
- Baja autoestima. Cuando las personas tienen baja autoestima, no se sienten segura para establecer y hacer cumplir unas normas, se sienten inseguros y con dudas sobre su actuación por lo que no estableces los límites adecuadamente.
- Posturas contradictorias. En ocasiones, no somos constantes con nuestros criterios, ya que en unas situaciones decimos una cosa y en otro momento otra. Estas posturas contradicctorias son incompatibles con un buen establecimiento de normas.
- Desautorización mutua. Hay padres que tienen visiones y estilos educativos diferentes y en lugar de ponerse de acuerdo para tener una postura común hacia el niño, cada uno hace lo que considere, teniendo como consecuencia unas normas poco eficaces.
- Miedo a defraudar, a frustrar a los hijos. Otras veces, los progenitores tienen miedo de la reacción de sus hijos al frustrarlos o que no los querrán si les lleva la contraria. Estas actitudes están muy relacionadas también con la inseguridad y baja autoestima.
Así que si te cuesta poner límites, identifica tu dificultad para poder superarla y así saber guiar mejor a tu hijo.
Ester, mi psicóloga en Tenerife.
Si quieres saber sobre cómo poner los límites consulta este artículo http://estermuñoz.es/blog/como-poner-los-limites-a-los-ninos/