La psicología positiva es una rama de la psicología, que focaliza su atención en un campo de investigación e interés en las cualidades y características positivas humanas, teniendo como objetivo mejorar la calidad de vida y prevenir la aparición de trastornos mentales y patologías.
Se han descubierto que determinados hábitos pueden incrementar la sensación de felicidad y bienestar. Las personas que se consideran y son consideradas por otros como felices tienen estos hábitos automatizados y las personas que quieran incrementar su nivel de bienestar pueden empezar realizando estos hábitos de manera consciente.
El modelo de Seligman habla de siete hábitos de la gente feliz:
- Ejercicio físico regular. El ejercicio produce la liberación de endorfinas que favorecen el sentirse bien. Además fortalece la autoestima, mejora la imagen corporal y disminuye el grado estrés, ansiedad y depresión, lo repercute positivamente en nuestra sensación de bienestar.
- La expresión de pensamiento positivo mediante la gratitud y el optimismo como por ejemplo, identificar tres cosas positivas del día, una carta de agradecimiento o admiración a alguien, remplazar pensamientos negativos por otros más agradecidos. Hay numerosas investigaciones que muestran que las personas que mantienen estos hábitos presentan menos síntomas de enfermedad, menos síntomas depresivos y de estrés, mayor bienestar, mejores relaciones sociales y son más resilientes.
- El estado de flujo es la entrega por completo a una tarea, la cual está acorde con nuestras habilidades, hace que nos centramos en ellas, olvidándonos del tiempo y del resto del planeta. Esta actividad nos hace sentir realizados y satisfechos.
- El comportamiento espiritual que puede estar vinculado a creencias religiosas o de otro tipo.
- El voluntariado y el cuidado de otros, promueve cambios fisiológicos en el cerebro asociados con la felicidad, fomenta el optimismo, reduce el aislamiento y el estrés.
- Las relaciones interpersonales estrechas y de calidad nos aportan entre otras cosas una mayor sensación de bienestar y además favorecen la salud física y psíquica.
- Potenciar las fortalezas y virtudes que son aquellas capacidades que pueden adquirirse a través de la voluntad, las cuales representan rasgos positivos de la personalidad.
Ester Muñoz, mi psicóloga en Tenerife